Con el fin de establecer un marco legislativo a la hora de regular las emisiones del sector transporte, la Comisión Europea ha publicado un documento donde explica los cambios recientes sobre legislación europea en lo que se refiere a sostenibilidad.
Este enfoque hacia vehículos más limpios no solo beneficia al medio ambiente, sino que también se traduce en ahorros económicos significativos y mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos europeos.
Responsable de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la UE y principal causante de contaminación atmosférica en las ciudades, ciudadanos, empresas y administraciones llevan años poniendo el foco en la descarbonización y electrificación del sector transporte.
Sin embargo, pese a la demanda de una sociedad cada vez más concienciada con el cambio climático, y los esfuerzos de los distintos gobiernos, el transporte es el único sector de la UE en el que las emisiones han seguido aumentando de manera significativa. Así, vehículos pesados como los camiones y los autobuses son responsables de más del 25 % de las emisiones de GEI del transporte por carretera en la UE. Representando cerca de un 6 % del total de las emisiones europeas.
En este contexto, aquellas normas y legislaciones centradas en lograr los objetivos de descarbonización planteados en aras de alcanzar la neutralidad climática para el año 2050, están siendo cada vez más estrictas en materia de emisiones de CO2 de los vehículos pesados son fundamentales para disminuir esas emisiones en el sector y mejorar la calidad del aire.
El impacto de las nuevas regulaciones a la hora de descarbonizar el sector transporte
Con el fin de establecer un marco legislativo a la hora de regular las emisiones del sector transporte, la Comisión Europea ha publicado un documento donde explica los cambios recientes sobre legislación europea en lo que se refiere a sostenibilidad.
En lo referente al transporte por carretera en Europa, se están implementando normativas más estrictas relacionadas con las emisiones de CO2. Según estas nuevas reglas, todos los turismos y furgonetas nuevos deberán ser de emisión cero antes de 2035. Como medida intermedia, se espera que las emisiones medias de turismos disminuyan un 55 % y las de furgonetas un 50 % para el año 2030 en comparación con 2021. Además, se están proponiendo objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de CO2 de vehículos pesados a partir de 2030, y esta propuesta se encuentra en proceso de negociación con legisladores europeos.
En paralelo, se ha establecido un nuevo reglamento para la infraestructura de combustibles alternativos en el transporte por carretera. Este reglamento impone objetivos obligatorios para la expansión de la infraestructura de recarga eléctrica y repostaje de hidrógeno. Se asegurará que la infraestructura de recarga para turismos y furgonetas de acceso público crezca proporcionalmente al aumento del parque de vehículos eléctricos, con requisitos específicos de potencia por cada vehículo matriculado.
Para garantizar la conectividad total en la red transeuropea de transporte por carretera, se han establecido metas específicas de capacidad para puntos de recarga rápida en autopistas europeas. Estos objetivos incluyen la instalación de grupos de recarga con capacidades mínimas de 300 kW para 2025 y 600 kW para 2030, aplicándose gradualmente hasta 2035. Además, se requerirá estaciones de repostaje de hidrógeno en cada nodo urbano y cada 200 km a lo largo de la red básica de la RTE-T para vehículos tanto ligeros como pesados. en el transporte, las infraestructuras y los combustibles.
Nuevo marco regulatorio para los vehículos pesados
Pero si hay un ámbito especialmente importante a la hora de lograr la descarbonización del sector transporte, este es el de los vehículos pesados. Y es que el transporte por carretera representa aproximadamente un tercio del consumo total de energía en la Unión Europea, siendo impulsado mayormente por motores de combustión interna que dependen de combustibles fósiles importados.
Para reducir este consumo en una época donde las reservas de combustibles fósiles parecen estar alcanzando su fase terminal - se estima que las reservas de hidrocarburos disminuirán en cifras cercanas a los 2,000 millones de barriles de petróleo entre 2031 y 2050 -, y en la que distintos acontecimientos han ocasionado una serie de crisis energéticas a lo largo de los últimos años, las nuevas normativas buscan reducir la demanda de combustibles fósiles.
Además, desde la Comisión Europea se espera que unas regulaciones más estrictas en cuanto a las emisiones de CO2 también proporcionarán beneficios económicos a las empresas de transporte y a los usuarios, con ahorros notables en gastos de combustible y costos totales de propiedad, anticipando ahorros de 9,000 euros por vehículo en 2030 y 41,000 euros en 2040.
Si bien, la transición hacia vehículos más eficientes energéticamente y sin emisiones tendrá ventajas tanto para la calidad del aire como para la salud de los europeos, el modelo de entender el uso de vehículos pesados ha de cambiar hacia prácticas más sostenibles y menos contaminantes.
El alquiler de maquinaria como herramienta para reducir la huella de carbono
Un ejemplo de este tipo de prácticas que cada vez se están extendiendo más es el alquiler de vehículos y maquinaria pesada. Y es que el alquiler de este tipo de soluciones puede desempeñar un papel importante en la descarbonización del sector del transporte por motivos como:
- Transición a vehículos más sostenibles: las empresas de alquiler de vehículos pesados pueden actualizar sus flotas para incluir vehículos más eficientes en términos de combustible o incluso vehículos eléctricos. Al permitir que las empresas alquilen estos vehículos sostenibles, se fomenta la adopción de tecnologías más limpias sin que las empresas tengan que hacer una inversión completa en la compra de nuevos vehículos.
- Incentivar la eficiencia operativa: las empresas de alquiler suelen tener flotas grandes y diversificadas. Al alquilar vehículos pesados, las empresas pueden optimizar la asignación de vehículos según las necesidades específicas de los proyectos, evitando el uso innecesario de vehículos grandes y consumidores de combustible cuando no son requeridos.
- Fomentar la innovación tecnológica: las empresas de alquiler de vehículos pesados pueden estar más dispuestas a probar nuevas tecnologías y modelos de vehículos a medida que surgen en el mercado. Al adoptar rápidamente vehículos más limpios y eficientes, estas empresas pueden contribuir a la aceleración de la innovación y la adopción generalizada de tecnologías de transporte más sostenibles.
- Flexibilidad y adaptabilidad: el alquiler proporciona flexibilidad en la gestión de la flota, permitiendo a las empresas adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda o en los requisitos del proyecto. Esto puede facilitar la transición a vehículos más sostenibles a medida que las tecnologías evolucionan y las regulaciones ambientales se vuelven más estrictas.
- Reducción de la obsolescencia: las empresas de alquiler pueden ser más eficientes en la gestión del ciclo de vida de los vehículos, asegurándose de que se retiren aquellos vehículos más antiguos y menos eficientes. Esto contribuye a reducir la obsolescencia de la flota y a promover la renovación con vehículos más limpios y avanzados tecnológicamente.
En definitiva, el alquiler de vehículos y maquinaria pesada se presenta como una estrategia efectiva para que las empresas del sector de la construcción y transporte adopten prácticas más sostenibles y contribuyan a la descarbonización de sus operaciones. Logrando una reducción de la contaminación atmosférica que impactará positivamente en la salud ciudadana.
Si está pensando en cómo contribuir a la descarbonización en sus próximos proyectos, contacte con nosotros y le ofreceremos las mejores soluciones en materia de sostenibilidad en la construcción.
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